El fantástico African Explorer

Día 1. Alimentar la sed de desafío.

Nos encontramos en el aeropuerto de Johannesburgo y vamos al campamento, donde conocemos a nuestros caballos. Como cualquier experimentado sabe, entre jinete y caballo debe haber una afinidad natural. Nos aseguramos de elegir un compañero compatible con nuestra experiencia y nuestra sed de desafío, y emprendemos la primera cabalgata por la reserva Matlapeng. Al atardecer llegamos al lago Rojo, donde quizás veamos manadas de hipopótamos.

Día 2. En busca de la verdadera fauna africana.

Pasamos el día en la reserva, rastreando manadas de jirafas, antílopes, cebras, kudus e impalas. Podemos dejar que el caballo nos desvíe de los senderos establecidos y perdernos en pasajes estrechos, entre la fauna silvestre, salvaje, para fundirnos en la naturaleza imprevisible. Almorzamos a la vera del río, en una ruta abandonada donde los pioneros se reunían para ir a la iglesia los domingos. Podemos descansar o entregarnos al fluir del río mientras los caballos pastan. Luego, volvemos por las llanuras mientras se debilita la luz de la tarde.

Día 3. Dejarnos habitar por la tradición de Sotho.

Día intenso de cabalgata. Llegamos a la histórica granja Baber y almorzamos junto a la piscina. Visitamos el pueblo de Sotho y tomamos el té con sus habitantes. Conocemos la idiosincrasia local, visitamos las casas tradicionales, nos empapamos de cultura, salimos de nosotros mismos para dejarnos habitar por la tradición de Sotho. Volvemos al campamento Camp Davidson a descansar bajo las estrellas que, según dicen, en África son más luminosas, más radiantes, sobre todo después de haber cabalgado durante horas en la llanura.

Día 4. The big five.

Nos dirigimos temprano a un safari en el que buscamos los grandes cinco: rinocerontes, leones, leopardos, elefantes y búfalos. Al regresar visitamos Beadle, un centro de artesanías especializado en cueros y, cómo no, cascos de equitación. El almuerzo será servido en la piscina en el Horizon Horseback Signature Safari Lodge, antes de regresar al campamento para un paseo al atardecer en la reserva.

Día 5. Absorber colores, aromas y texturas de camino a Limpopo.

Último viaje a través de la reserva. Absorbemos los colores, los olores y la textura de la sabana africana, temprano en la mañana, hasta llegar al Lodge Signature. Somos trasladados hasta el safari Limpopo, en Botswana. Llegamos a los establos donde nos familiarizamos con los caballos durante esta parte de la travesía, y cabalgamos hasta Dos Mashatus, donde cenamos y nos refrescamos.

Día 6. La certeza de un nuevo día reflejada en los animales africanos.

Por regla general, la vida silvestre está más activa en las horas del amanecer. Los animales descansaron durante la noche y ahora buscan la caricia del sol, la certeza de un nuevo día; nosotros buscamos la misma sensación reflejada en los famosos elefantes de Tuli, jirafas, cebras, antílopes, hienas y, quién sabe, quizá leones. Más tarde cabalgamos siguiendo el río Limpopo bajo los árboles. También existe la posibilidad de caminar en el pueblo de Mothabaneng para ver a las damas locales elaborar las tradicionales canastas.

Día 7. Exploración de nosotros mismos.

Seguimos con la exploración de la fauna, atentos a la naturaleza que nos rodea, a la tierra rica en animales y en misterio. Cabalgar en África es preguntarse no sólo por la naturaleza, sino también, en el fondo, por nuestra propia condición. Podemos variar el ritmo, detenernos, relajarnos o bien desafiar nuestros límites y sentir la adrenalina de la velocidad.

Día 8. Cabalgata de despedida.

Despedida de los caballos, de nuestros compañeros, de quienes fuimos mientras estuvimos inmersos en la naturaleza, como parte de la vida silvestre. Despedida de la parte de nosotros que queda para siempre en Botswana, entre los matorrales y el río de las llanuras. Tomamos un baño rápido y una comida en la recepción antes de ser trasladados de nuevo al aeropuerto de Johannesburgo.